Albert Camus
—Mi querido amigo, lo que más me duele es no haber podido ir a España a pelear y morir por la República. Pero esta puta tisis me dejó clavado en París —le decía con su voz débil y fuerte—. Como sabes, corre sangre española por mis venas y, además, no puedo vivir sin María, española por los cuatro costados. Extracto