San Basilio de Palenque
San Basilio de Palenque es una comunidad fundada por los esclavizados que se fugaron y se refugiaron en los palenques de la Costa norte de Colombia desde el siglo XV. El término palenque se define como aquel lugar poblado por cimarrones o esclavizados africanos fugados del régimen esclavista durante el período colonial. De ahí que se convirtió en sinónimo de libertad ya que toda persona que llegaba a formar parte de un palenque era automáticamente libre. De los numerosos palenques existentes en la Colonia, San Basilio es el único que ha permanecido hasta nuestros días librando permanentes batallas para conservar su identidad y sus elementos culturales propios. De ahí que Palenque de San Basilio sea cuna y testimonio de la riqueza y trascendencia cultural africana en el territorio colombiano.
La comunidad de Palenque de San Basilio conserva una conciencia étnica que le permite entenderse como pueblo específico, con la única lengua criolla con base léxica española en la diáspora africana en el continente americano, una organización social sui generis basada en los ma kuagro (grupos de edad).
Benkos Biohó, el gran cimarrón, el guía que conduce a la libertad, el héroe fundador, para los palenqueros, el rey del arcabuco para la leyenda, Domingo Biohó para las autoridades coloniales, llegó esclavizado a Cartagena de Indias en el último año del siglo XVI. Organizó palenques, configuró las formas de resistencia militar y fundamentó las bases y los mecanismos de la negociación política con la administración colonial. Es usual encontrarlo en los relatos de los abuelos, en los cuentos de los niños, en las canciones y sobre todo, en la historia épica y cotidiana contada por los palenqueros. Durante cinco años Benkos y su pueblo hacen la guerra a la Corona; sus intereses e intenciones se fundamentan en la libertad como la razón de ser, en la autonomía de gobierno y en la demarcación del territorio.
La guardia cimarrona, como su nombre lo expresa es la entidad que a través de la historia de la fundación de Palenque de San Basilio, inspirada en Benkos Biohó, ha garantizado la seguridad local. En los años anteriores no se denominaba guardia, pero si eran cimarrones que tenían la valentía de huir del yugo español consiguiendo así la libertad. Esta estrategia de guardia es una dinámica que la comunidad de Palenque ha mantenido siempre; su objetivo principal es garantizar la seguridad local de todos y todas los pobladores, además controlar los desordenes internos de los habitantes. A diferencia de otras comunidades habitadas en su mayoría por población afrodescendientes Palenque de San Basilio es una de esas pocas que aún conserva la posición de no aceptar hombres uniformados de la policía o ejercito permanente, dando confianza a esos hombres y mujeres que por voluntad propia han decidido vincularse a esta dinámica.
Para hacer parte de ella solo hay que presentar el interés, además de un comportamiento moral y éticamente aprobado por la comunidad, quien es la encargada de evaluar día a día el comportamiento. Como todos los seres humanos se cometen errores que cada día se van superando y mejorando.
La guardia cimarrona está inspirada en la forma organizativa de la comunidad de Palenque, como son ma kuagro, que son las células orgánicas por tradición. Los kuagro son grupos de edad que se constituyen desde la infancia y perduran a través de la vida de los individuos. Los kuagro están conformados por miembros de un mismo rango de edad y, en general, se encuentran ligados a un sector residencial determinado. Los habitantes del barrio arriba tienden a constituir kuagro entre ellos, así como los del barrio abajo. En cada uno de los dos barrios se pueden presentar varios kuagro en el mismo grupo de edad, los cuales gravitan en torno a sectores más concretos que reúnen calles contiguas. La dinámica misma de los kuagro, puede llevar a que se fusionen dos o más de ellos o fragmente uno de ellos dependiendo de las alianzas y tensiones que se establecen al interior y entre los kuagro. Aunque en los inicios los kuagro tienden a ser establecidos entre los pequeños del mismo sexo, un kuagro puede estar fácilmente conformado por dos partes: una masculina y otra femenina. Un individuo no puede pertenecer a más de un kuagro al mismo tiempo. Aunque es más bien extraordinario, un individuo puede cambiar de kuagro. Pero es más común que los individuos se mantengan en el mismo kuagro durante toda su vida. Cada kuagro adquiere un nombre que lo identifica como tal, al igual que cada uno es liderado por uno de sus miembros más destacado. Este liderazgo es ganado desde las acciones mismas que constituyen la cotidianidad de los kuagro. El liderazgo puede ser disputado y perdido, no es una posición que una vez lograda se mantiene hasta la muerte.
La pertenencia a un kuagro se encuentra asociada a un conjunto de derechos y deberes para con los demás miembros del kuagro. Pertenecer a un kuagro significa el derecho a participar de las actividades colectivas organizadas por el mismo. Esta participación reactiva permanentemente la pertenencia al kuagro. La solidaridad y reciprocidad para con los otros miembros del kuagro hacen parte de los deberes de todos y cada uno de los miembros del mismo. La solidaridad para con los miembros del kuagro se manifiesta desde las actividades más cotidianas a las situaciones más extraordinarias. Las adolescentes de un mismo kuagro pueden reunirse para recolectar el agua del arroyo para la casa de cada una de ellas, haciendo un viaje todas por cada una de sus casas hasta cubrirlas todas. Igualmente, el cambio de mano en las labores asociadas al monte se establece entre los hombres más fácilmente siguiendo los contornos de los kuagro.
Ante la enfermedad o la muerte, los miembros del kuagro responden aportando económicamente en dinero o especie y apoyando emocionalmente al enfermo o ritualmente al fallecido. En este último caso, Friedemann indica: “Cuando alguien muere, los miembros de su cuagro, tanto la mitad masculina como la femenina, lo acompañan y contribuyen con los gastos que demanda el velorio de las nueve noches” Esta solidaridad y reciprocidad interna se contrasta con la abierta actitud de rivalidad ante los otros ma kuagro. Rivalidad que se expresa en confrontar a los otros kuagro en diferentes situaciones en aras de demostrar la superioridad del kuagro propio. La confrontación entre kuagro va desde el baile o el enamoramiento hasta las peleas abiertas y físicas entre los miembros de diferentes kuagro.
En la actualidad la guardia cimarrona está compuesta por más de 30 miembros de los cuales 99 por ciento son hombres y 1 por ciento son mujeres. A diferencia del kuagro hay personas de toda la comunidad. Y no está dividido en arriba y abajo. Además la guardia cimarrona reconoce al consejo comunitario ma kankamaná como la máxima autoridad territorial legalmente constituida por medio de la ley 70 de 1993, o ley de comunidades negras, el decreto 1745 de 1995 y el decreto 3770 de 2008.
La guardia cimarrona cuenta con un reglamento interno que su órgano de control internos para sus socios.