Sapiens: De animales a dioses. Yuval Noah Harari
Yuval Noah Harari, historiador y profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, aborda en Sapiens la historia de la humanidad desde una perspectiva audaz y multidimensional, explorando cómo una especie aparentemente insignificante —el Homo sapiens— llegó a dominar el mundo. A continuación, presentamos un resumen amplio de los temas y argumentos principales, organizado en torno a las cuatro grandes revoluciones que estructuran la narrativa del libro: cognitiva, agrícola, unificación de la humanidad y científica.
1. La Revolución Cognitiva: El despertar del Homo sapiens
Hace aproximadamente 70,000 años, una mutación en el cerebro del Homo sapiens permitió un cambio trascendental: la capacidad de imaginar cosas que no existían. Este desarrollo cognitivo facilitó la creación de mitos, historias y sistemas de creencias compartidos, permitiendo la cooperación a gran escala. Harari argumenta que esta habilidad de inventar y transmitir ficciones —como religiones, identidades tribales y conceptos abstractos— fue el secreto del éxito del sapiens frente a otras especies humanas, como los neandertales.
La narrativa del Homo sapiens se diferencia de otras especies por la capacidad de organizarse en grupos amplios y flexibles. Este cambio no solo posibilitó la caza más eficiente, sino también la creación de comunidades interconectadas y, eventualmente, culturas complejas.
2. La Revolución Agrícola: De cazadores-recolectores a agricultores
Hace unos 12,000 años, el Homo sapiens pasó de recolectar y cazar para subsistir a domesticar plantas y animales. Este cambio es presentado por Harari como un arma de doble filo. Por un lado, la agricultura permitió el crecimiento exponencial de la población y el surgimiento de civilizaciones complejas. Por otro, impuso una carga de trabajo mucho mayor y generó desigualdades sociales. Harari llama irónicamente a esta transición "la mayor estafa de la historia", ya que las plantas domesticaron a los humanos tanto como los humanos domesticaron a las plantas.
La sedentarización también marcó el inicio de las jerarquías sociales, la propiedad privada y los conflictos por recursos. Surgieron religiones organizadas que legitimaron el orden social, consolidando los roles de gobernantes y campesinos. Además, la dieta agrícola fue menos diversa, llevando a problemas de salud y dependencia de unas pocas especies alimenticias.
3. La Unificación de la Humanidad: Imperios, dinero y religión
En esta sección, Harari explora cómo tres "grandes unificadores" —el dinero, los imperios y las religiones universales— conectaron al mundo en redes globales. Estas fuerzas, aunque diferentes, comparten la capacidad de estructurar sociedades a gran escala:
- El dinero: Harari lo describe como el sistema más universal de confianza mutua. Su naturaleza abstracta y flexible permitió que las personas intercambiaran bienes y servicios sin necesidad de conocerse o confiar entre sí directamente.
- Los imperios: Aunque a menudo se ven como opresores, los imperios jugaron un papel crucial en la unificación cultural y tecnológica. A través de la conquista y la administración centralizada, difundieron ideas, idiomas y tecnologías, sentando las bases de la globalización.
- Las religiones universales: Religiones como el cristianismo, el islam y el budismo ofrecieron narrativas inclusivas que trascendían las fronteras étnicas y locales. Estas ideologías proporcionaron un marco moral compartido y consolidaron la cooperación entre vastos grupos humanos.
4. La Revolución Científica: El poder del conocimiento
La Revolución Científica, que comenzó hace unos 500 años, transformó la forma en que los humanos comprenden y controlan el mundo. Harari destaca cómo la ciencia se basó en el reconocimiento de la ignorancia: un cambio fundamental en comparación con las religiones o ideologías previas que afirmaban tener todas las respuestas.
Esta revolución no se dio en el vacío; fue impulsada por el capitalismo y los imperios europeos. La curiosidad científica iba de la mano con la explotación colonial, como lo demuestra el caso del descubrimiento de América y la posterior acumulación de riqueza que financió más avances tecnológicos.
Harari también subraya cómo la ciencia, el capitalismo y los estados modernos están intrínsecamente ligados. Por ejemplo, el crédito y la inversión financiera se convirtieron en motores de innovación, mientras que los gobiernos nacionales dirigieron esfuerzos científicos hacia fines prácticos, como la guerra o la industrialización.
Reflexiones finales: ¿Hacia dónde va el Homo sapiens?
En el último tramo del libro, Harari se pregunta qué significa todo este progreso para la humanidad. Con la biotecnología, la inteligencia artificial y la ingeniería genética, los humanos están en camino de trascender las limitaciones biológicas que los definieron durante milenios. Este proceso podría marcar el final del Homo sapiens tal como lo conocemos, dando lugar a una nueva etapa de "dioses" humanos capaces de rediseñar la vida.
Sin embargo, Harari advierte sobre los peligros éticos y existenciales de estas transformaciones. En el afán por alcanzar la inmortalidad o la felicidad perfecta, podríamos perder de vista lo que nos hace humanos.
Conclusión
Sapiens no es solo un recuento histórico, sino una profunda meditación sobre la condición humana. Harari combina antropología, biología, historia y filosofía para cuestionar las narrativas dominantes sobre progreso y civilización. Su obra nos invita a reflexionar sobre las decisiones colectivas que nos han llevado hasta aquí y sobre las implicaciones de nuestro poder sin precedentes.
Como antropólogo, lo que destaca es la capacidad del Homo sapiens para trascender sus límites biológicos a través de la creación de significados compartidos. Este rasgo, aunque extraordinario, plantea preguntas urgentes sobre nuestra responsabilidad en un futuro que ya no está dictado por la evolución natural, sino por nuestras propias manos.
Desde su publicación, Sapiens: De animales a dioses de Yuval Noah Harari ha suscitado tanto elogios como críticas por parte de académicos y estudiosos. A continuación, se presentan algunas de las opiniones más destacadas:
Críticas a la precisión histórica y científica:
- El antropólogo Christopher Robert Hallpike ha señalado que, aunque el libro aborda temas amplios de la historia humana, contiene imprecisiones y generalizaciones que pueden ser engañosas. Hallpike sugiere que la obra debe considerarse más como "infotainment" que como una contribución académica seria.
- La neurocientífica Darshana Narayanan ha criticado la falta de rigor científico en las afirmaciones de Harari, indicando que el autor sacrifica la precisión por el sensacionalismo, lo que resulta en errores sustanciales.
Perspectivas sobre la narrativa y el enfoque:
- El filósofo Galen Strawson, en su reseña para The Guardian, reconoce que, aunque Sapiens es interesante y está bien escrito, adolece de descuidos, exageraciones y sensacionalismo. Strawson critica especialmente la interpretación de Harari sobre la felicidad humana y su tratamiento de las ciencias de la vida.
- El periodista Sergio Clavijo destaca que, si bien el libro es ameno y profundo en su discurso, no alcanza la profundidad analítica de otros autores que han relacionado la producción, las instituciones y la cultura en los últimos 2.000 años. Clavijo sitúa a Harari más en el ámbito antropológico, similar a Jared Diamond, pero señala la ausencia de referencias a obras clave como Colapso de Diamond.
Reconocimiento y popularidad:
- A pesar de las críticas académicas, Sapiens ha sido ampliamente reconocido y ha influido en una audiencia global. El libro ha sido recomendado por figuras como Bill Gates y Barack Obama, y ha vendido millones de copias en todo el mundo. Su capacidad para sintetizar la historia humana en una narrativa accesible ha capturado la atención de lectores no especializados.
Conclusión:
Sapiens ha logrado popularizar temas complejos de la historia y la evolución humana, generando un amplio debate tanto en círculos académicos como en el público general. Mientras algunos elogian su capacidad para presentar grandes ideas de manera accesible, otros critican la falta de rigor y las simplificaciones presentes en la obra.